El Comité de Impuestos y Comercio de la Cámara de Representantes aprobó el proyecto de ley sobre el T-MEC modificado, que actualiza la ley estadounidense con el acuerdo que reemplaza al TLCAN.
Un Comité de la Cámara liderado por los demócratas avanzó en el acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá –la prioridad legislativa de Donald Trump–, incluso cuando la cámara se alista para acusar al republicano el miércoles.
El acuerdo comercial para renovar el TLCAN pasó el martes por el Comité de Medios y Arbitrios, lo que lo envía a la Cámara de Representantes, donde está programada una votación para el jueves.
Sin embargo, el Senado liderado por los republicanos no asumirá el acuerdo comercial hasta el próximo año, después de que el órgano concluya el juicio político en el que se espera absuelva a Trump y decida no destituirlo de su cargo.
La revisión del tratado comercial le dará a Trump una victoria política muy necesaria para su campaña de reelección en 2020. El proyecto de ley aprobado el martes por el Comité de Impuestos y Comercio de la Cámara hace todos los cambios necesarios para actualizar la ley estadounidense y alinearla con el acuerdo que reemplaza al TLCAN.
La legislación no se puede enmendar y necesitará una mayoría simple para ser aprobada en el Senado, de acuerdo con los poderes comerciales acelerados que el Congreso le dio al presidente en 2015.
Si bien los líderes de Canadá, México y Estados Unidos firmaron una versión inicial del T-MEC en noviembre de 2018, los demócratas lograron realizar cambios en las disposiciones laborales, ambientales, de aplicación y de protección de patentes de medicamentos en el acuerdo.
La presidente de la Cámara, Nancy Pelosi, anunció el acuerdo la semana pasada y elogió la versión actualizada como modelo para futuros acuerdos comerciales.
“Las mejoras que negociamos en el T-MEC finalmente hacen que el acuerdo sea ejecutable”, dijo el presidente del comité, Richard Neal, un demócrata de Massachusetts.
El T-MEC renegociado creará un nuevo mecanismo de aplicación para la mano de obra, con paneles de vía rápida para investigar violaciones laborales, las cuales pueden ser castigadas con aranceles específicos de fábrica o prohibiciones de importación.
La disposición llevó a los sindicatos estadounidenses liderados por la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO , por sus siglas en inglés) a respaldar el acuerdo, y a escépticos comerciales como el senador Sherrod Brown, un demócrata de Ohio, a prometer apoyo.
México se opuso esta semana a una disposición en el proyecto de ley que financia cinco agregados laborales en la Embajada de Estados Unidos en Ciudad de México para monitorear los derechos de los trabajadores. El gobierno mexicano retiró su objeción el lunes después de que la administración Trump aclarara que estos agregados no llevarían a cabo inspecciones en las fábricas.
El proyecto de ley proporciona 843 millones de dólares de dinero de los contribuyentes estadounidenses para implementar el acuerdo, incluidos fondos para ayudar a México a examinar los contratos sindicales como parte de su nueva ley laboral.
Se proyecta que el T-MEC tendrá un pequeño efecto en la economía general de Estados Unidos, agregando solo 0.35 por ciento al PIB después de seis años, según una estimación oficial del país.
Aun así, el acuerdo resolverá parte de la incertidumbre que se cierne sobre las cadenas de producción agrícola y manufacturera en América del Norte, lo que concede a Trump y a los demócratas moderados una victoria política.
Fecha de publicación: 17 de Diciembre de 2019
Fuente: El financiero – BLOOMBERG /ERIK WASSON